Siempre he querido ser científica loca o artista. Acabé estudiando Derecho y Administración de empresas, pero estoy bastante segura de que fue vocacional. Durante ese tiempo, oí hablar de marketing, de lo digital, de la tecnología… Me sumergí en el mundillo y me enamoré. Leí, leí muchísimo y me formé a mi misma. No dejo de hacerlo y miro orgullosa mi pila de libros y mis notas en cuadernos. Quizás lo de ser científica no era para mí, pero siempre tengo los pinceles a punto y muchas ideas locas. A día de hoy, disfruto diseñando estrategias digitales globales: desarrollando sesiones de conocimiento para ponerme en la piel del cliente y sacar el máximo partido con dinámicas y técnicas creativas… Pero el marketing va mucho más allá de eso y aprovecho toda su potencialidad en proyectos de estrategia, tecnología o personas, aportando una “capa” marketiniana y de valor. Disfruto de mi labor profesional, pero, sobre todo, de tener la certeza de que cada día nos enfrentaremos a un reto nuevo que nos permitirá aprender y evolucionar.